

¿Cuál es la huella climática del sector salud?
En septiembre del 2019 la Organización Salud sin Daño en colaboración con Arup, publicaron el documento “Huella Climática del Sector Salud, Cómo contribuye el sector de la salud a la crisis climática global: oportunidades para la acción”. Este informe presenta la primera estimación global de la huella climática de dicho sector basándose en información detallada de 43 países que permite identificar las principales fuentes de emisiones y comparar entre países y regiones. Estos fueron sus principales hallazgos:
- El sector salud es uno de los principales responsables de la crisis climática.
- La huella climática del sector salud equivale al 4,4% de la emisiones globales netas (2 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalentes), lo mismo que producen 514 centrales eléctricas a carbón.
- Si el sector salud fuera un país, sería el quinto emisor más grande de gases de efecto invernadero del mundo.
- Más de la mitad de la huella del sector de la salud proviene del consumo energético.
Otros hallazgos relevantes incluyeron que la huella climática del sector salud generalmente refleja los patrones generales de emisiones nacionales. Por otra parte, los tres emisores más grandes del mundo (Estados Unidos, China y los países de la Unión Europea en conjunto) concentran más de la mitad de la huella climática total del sector a nivel mundial con un 56%, y los 10 emisores más grandes, el 75%, lo que indica elevados niveles de desigualdad.
Por otra parte, el sector salud contribuye a la generación de emisiones a través del consumo de energía, transporte y la fabricación, uso y disposición de productos. El informe divide las emisiones en 3 alcances basado en el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero:
- Alcance 1: corresponde a la emisiones emanadas directamente de los establecimientos de salud que constituyen el 17% de la huella global.
- Alcance 2: provienen de fuentes de energía comprada (electricidad, vapor, refrigeración y calefacción) y representan el 12%.
- Alcance 3: son las emisiones provenientes de la cadena de suministro del sector intensivas en el uso de combustibles fósiles: producción, transporte y disposición de bienes y servicios (productos farmacéuticos, alimentos, dispositivos médicos, equipos hospitalarios, instrumental, etc) y corresponden al 71%.
Cabe destacar que cerca de tres cuartos de las emisiones totales a nivel mundial se generan a nivel nacional. El otro cuarto se genera fuera del país donde el producto será utilizado. El uso de combustibles fósiles es un factor central y uno de los principales responsables de la huella del sector.
Por último, el informe también determinó que, aunque no en una correlación absoluta, mientras mayor sea el gasto en salud de un país, mayor será su huella ambiental. El gasto en salud y el crecimiento del sector constituyen un importante factor en las emisiones. De hecho, Se espera que el gasto mundial en salud aumente a una tasa anual de 3,8 %, de USD 9,2 billones en 2014 a USD 24,2 billones en 2040.
Cabe destacar que el informe presenta un déficit de datos que no pudieron ser subsanados incluyendo que las estimaciones limitadas sobre datos regionales y nacionales y que no se midieron las emisiones generados por el uso de inhaladores de dosis medidas ni gases anestésicos.
La paradoja del sector salud
Hasta ahora hemos establecido cuál es la huella climática del sector salud y de dónde proviene. Pero, si consideramos la cantidad de problemas y faltas de presupuesto a los que se enfrentan la mayoría de los centros de salud, se torna difícil que la reducción de su huella ambiental pueda estar dentro de sus prioridades.
Entonces, ¿por qué es tan relevante? Por qué el cambio climático no es una crisis que sólo afecte al medio ambiente y las especies animales no humanas. El cambio climático es un problema de salud. Ya el 2009, la prestigiosa revista científica Lancet declaró el cambio climático como la amenaza más importante a la salud global de las personas del siglo XXI. De hecho, se estima que en los próximos años, a nivel mundial, cerca de 250.000 decesos anuales serán atribuibles al cambio climático.
Entre los efectos del cambio climático se incluyen lesiones, muertes e impactos en la salud mental de las personas producto de desastres naturales, exacerbación de asmas y enfermedades cardiovasculares como consecuencia de la contaminación del aire, aumento de enfermedades infectocontagiosas por cambios en la ecología de los vectores, desnutrición y enfermedades diarreicas producto del impacto de la crisis en el suministro de agua y alimentos, enfermedades relacionadas con el calor e insuficiencia cardíaca por el aumento de las temperaturas, migración forzosa y refugiados ambientales como consecuencia de la degradación ambiental, entre otros.
Por otra parte, los sistemas de salud también se ven vulnerables a desastres naturales (inundaciones, incendios, pandemias) y quiebres de stock producto del cambio climático. Esta crisis aumenta la presión y la demanda de servicios sanitarios sobre un sistema de salud que es cada vez más vulnerable.
El sector salud, cuyo objetivo es promover y proteger la salud de las personas- primum non nocere- es uno de los principales responsables de una crisis que está amenazando la salud de todos. Esta es la gran paradoja del sector salud: La manera en que se hace salud hoy, nos está enfermando. Simplemente no podemos tener personas sanas en un planeta enfermo. Frenar y mitigar el cambio climático debe ser una prioridad en todos los sectores. Pero el sector salud no se puede quedar atrás. Necesitamos centros de salud que sean climáticamente resilientes e inteligentes.
En las palabras de Tedros Adhamon Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud, “Los establecimientos de salud constituyen el centro operativo de la prestación de servicios: protegen la salud, tratan a los pacientes y salvan vidas. No obstante, los centros de salud también son fuentes de emisiones de carbono y, por lo tanto, contribuyen al cambio climático. Los establecimientos sanitarios de todo el mundo generan enormes cantidades de CO2 a través del uso de infinidad de recursos y equipos de alto consumo energético. Esto quizás sea irónico, puesto que, como profesionales de la salud, nuestro compromiso es «primero no hacer daño». Los lugares de sanación deberían liderar el camino, y no contribuir a la carga de morbilidad.”
¿Qué se puede hacer desde nuestro sector?
En el informe de Salud sin Daño se plantea que si se “combina el crecimiento del sector de la salud y la inversión en él con una nueva trayectoria hacia emisiones cero, la huella climática del sector puede reducirse significativamente, incluso si el gasto en salud aumenta”. Para ello se plantean 6 líneas de acción hacia una salud climáticamente inteligente:
- Acción 1: Reducir la huella climática del sector salud. Para esto se recomienda tomar como base el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero y se debe considerar los 3 alcances (1, 2 y 3).
- Acción 2: Apoyar la transición de la sociedad a energías limpias y renovables con el fin de proteger la salud pública de la contaminación y de los efectos de la crisis climática. El sector salud tiene una tremenda influencia política y representa el 10% del PIB mundial por ende tiene un potencial de negociación enorme para promover esta transición.
- Acción 3: Planificar el camino hacia un cuidado de la salud con emisiones cero para el 2050 con el apoyo de una hoja de ruta. Dicha hoja de ruta debería estar basada en los siguientes principios: Equidad global en materia de salud, un enfoque unificado para la mitigación y la resiliencia, un marco global de acciones en todos los niveles
- Acción 4: Lograr que la asistencia para el desarrollo de la salud sea climáticamente inteligente reenfocando el apoyo financiero.
- Acción 5: Establecer e implementar planes de acción gubernamentales para fomentar un cuidado de la salud climáticamente inteligente con miras a descarbonizar la salud, promover la resiliencia y mejorar los resultados sanitarios
- Acción 6: Profundizar la investigación en salud y cambio climático.
¿Cómo aterrizamos estas 6 líneas de acción?
A continuación te dejamos el link al informe completo: https://saludsindanio.org/HuellaClimaticaSalud