
¿Qué es la Salud Planetaria?
El origen del concepto de Salud PlanetariaEl concepto de Salud
El 28 de julio de este 2022, como humanidad, ya nos habíamos gastado todos los recursos del planeta para ese año. Es decir, a partir del 29 de julio de 2022 hasta la fecha, hemos estado viviendo en base a los recursos del 2023. Esta fecha, conocida como el Día del Sobregiro Ecológico, es un indicador de la Global Footprint Network que marca la fecha en que la humanidad ha utilizado todos los recursos biológicos que la tierra regenera durante todo el año.
El problema es que llevamos sobre girando los recursos naturales de la tierra desde 1971. Nuestra forma de vivir actual está hipotecando los recursos de las generaciones futuras. El uso extensivo de los recursos naturales amenaza con superar la capacidad de carga del planeta. Si viviéramos bajo un modelo de desarrollo sostenible, la fecha debería ser el 31 de diciembre.
Se hace imperioso, entonces, transitar del modelo lineal de tomar, usar y desechar que ha caracterizado el “desarrollo” humano a la fecha, hacia uno regenerativo y restaurativo que permita un desarrollo sostenible que considere el bienestar de las futuras generaciones. En otras palabras, un modelo circular.
En la literatura no existe una sola definición para economía circular. Una de las definiciones más aceptadas por la Organización Mundial de la Salud y la Hoja de Ruta para un Chile Circular 2040, es aquella proporcionada por la Fundación Ellen Mac Arthur que establece que una Economía Circular es aquella “que es restaurativa y que tiene como objetivo mantener la utilidad de los productos, componentes y materiales y conservar su valor”. Es así como se plantean 3 principios clave:
Otra definición ampliamente aceptada es la del Plan de Acción Circular de la Unión Europea que la describe como una transición “donde el valor de los productos, materiales y recursos se mantiene en la economía durante el mayor tiempo posible, y la generación de residuos se minimiza”.
En esencia, la economía circular tiene por objetivo minimizar la necesidad de nuevos materiales y energía y reducir la presión sobre sistemas naturales asociado a la extracción de recursos, emisiones y desechos.
Las acciones necesarias para lograr esta transición incluyen: reciclaje; uso eficiente de los recursos; utilización de fuentes de energía renovables; remanufactura, reacondicionamiento y reutilización de productos y componentes; extensión de la vida del producto; producto como servicio; intercambio de productos; prevención de residuos, incluidas las innovaciones para eliminar el desecho desde su diseño; y un cambio en los patrones de consumo.
Hasta ahora, la atención se ha centrado en los beneficios de una transición a una economía circular desde el punto de vista de la producción y el consumo eficiente y sostenible de recursos. La cobertura de las implicancias de una economía circular en el sector salud ha sido relativamente limitada.
En su reporte Circular Economy and Health: Opportunities and Risks (2018), la oficina regional Europea para la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los gastos en salud dieron cuenta del 9,9% del PIB global en 2014 y que la mano de obra en salud ascendió a las 43 millones de personas ese mismo año. La magnitud de estos números dan cuenta del potencial ahorro de costos y mejoras en eficiencia de una transición de este sector de una economía lineal a una circular.
Un caso de estudio en Dinamarca, citado por el reporte, plantea 2 oportunidades claves para implementar oportunidades de economía circular en el sector salud:
Algunos ejemplos de empresas que ya están trabajando con modelos de economía circular en el sector salud incluyen:
La implementación de un modelo de economía circular en el sector salud tendría 2 impactos indirectos clave en la salud de las personas.
El primero de ellos dice relación con el ahorro de costos que generaría a los centros de salud la implementación de estrategias de circularidad. Como se mencionó en la sección anterior, los modelos de rendimiento de compras por sí solos, podrían generar ahorros de entre 70-90 millones de euros a cada centro de salud. Si estos se reinvierten en servicios de atención médica o se utilizaran para reducir los costos de los servicios, serían los usuarios quienes se verían directamente beneficiados mejorando el acceso a salud.
Por otra parte, la adopción de modelos circulares tendrían efectos medioambientales positivos disminuyendo la contaminación del aire, suelo, agua y las emisiones de gases de efecto invernadero, con la consecuente disminución del efecto que esto tiene en la salud de las personas.
Nuestro modelo de desarrollo actual no es sostenible en el tiempo. La transición hacia modelos de desarrollo circulares se ha convertido en una necesidad y el sector salud, que debe velar por la salud de las personas, no puede quedarse afuera. Es por esto que en Rémora apoyamos a los centros de salud en esta transición.
¿Tu centro de salud está listo para transitar hacia la circularización de los procesos? Haz clic en el siguiente enlace y nos pondremos en contacto contigo.
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